La política
juega un papel muy especial en el desarrollo de las naciones, si ésta fuera
bien aplicada se beneficiarían todas las clases que existen en una población.
Hoy podemos ver con claridad que el proselitismo se ejerce para obtener un alto
índice de votos y para conseguirlo se pronuncian promesas y discursos de
optimización de los recursos naturales del país ilusionando a toda la
población, alimentando la esperanza de ver cristalizado el progreso de las
familias. Lamentablemente ya en el ejercicio del poder la balanza se inclina
hacia los que más tienen, porque les llegan apoyos financieros comenzando por
burgueses y el proletariado –bien gracias a merced de los que se conduelen del
dolor ajeno- estos continúan padeciendo
las repercusiones del mercado global, soportando las peores crisis (el alza de
todos los servicios y productos básicos para la subsistencia) ahora bien, no se
diga en cuestión educativa que por consiguiente baja la posibilidad de
insertarse en la escuela que se desea.
Así que sobrevivir en este contexto ya es un lujo. “Por este motivo es
fundamental que inventemos un mundo fuera de la lógica de la teoría capitalista
del valor. Porque el capitalismo, para continuar generando ganancias como lo ha
estado haciendo, se ha comparado a sí mismo con la democracia, lo que es una
cortina de humo que está siendo más efectiva que un truco de un mago en las Vegas,
porque tiene todo el sistema corporativo de los medios de comunicación a su
servicio para seguir manteniendo esa ilusión. Y esto sucede igualmente cuando
algunos de los presidentes de América Latina, o de otros países en desarrollo
en el mundo que siguen las políticas del
capitalismo neoliberal dicen que sus países ya “van saliendo” de las nos hundió hace un par de años”.[i]
Quienes han sido
designados para ejercer la representación del poder se ciegan ante tal
necesidad de la población y continúan enrolándose en las exigencias que los
grupos dominantes nivel mundial imponen.
Desde una perspectiva crítica se estima que los dirigentes habían de hacer
valer las ideas de su pueblo dejando de ser tan ostentosos con los salarios
estrafalarios que se autoimponen los burgueses y apostando por la lucha contra
la pobreza que se acelera en todos los espacios del mundo, haciendo una
distribución más equitativa de la riqueza que se percibe dentro de la nación.
Que si bien es cierto se vienen degradando todos los apoyos e incluso repercute
de manera especial en la educación desde el momento en que todo lo público
pierde credibilidad, la educación pública ha de ser defendida como un
estandarte pues a través de ella las gentes pueden conceptualizar una visión de
cambio.
“Para Dewey
(1916), una sociedad democrática debe facilitar la participación de todos sus
miembros en los bienes sociales en términos iguales”[ii]
Cada vez parece
que resulta más problemático enfrentar los cambios que la globalización
presupone a falta de iniciativas de parte de los que detentan,
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