miércoles, 10 de abril de 2013

El Acuerdo 592, hacia la articulación de la educación desde preescolar hasta la secundaria Dra. Laura Frade Rubio (R) El 19 de agosto del 2011 fue publicado el Acuerdo No. 592 por el que se establece la articulación de la Educación básica en México. Éste documento es una reforma ambiciosa que busca que exista cierta coherencia y concordancia en los planes y programas de estudio desde preescolar hasta la secundaria, pero además establece la obligatoriedad en el estudio del inglés y de las habilidades digitales a lo largo de los 12 años que conforman la educación básica en México. El presente artículo es un análisis que se concentra únicamente en los componentes curriculares del mismo y que tiene el objetivo de brindar información útil a los docentes para que aprendan a utilizar dicho Acuerdo de una manera más ágil, pero sobre todo atendiendo al desarrollo de las competencias para la vida de sus estudiantes en su trabajo diario. Por lo tanto, no se pretende hacer un análisis exhaustivo del mismo. ya que éste describe varios procesos, entre ellos los aspectos curriculares, su aplicación en los diferentes sectores del país, así como los medios necesarios que incluyen la gestión educativa y escolar, los elementos y condiciones para la reforma, los modelos de gestión, la ampliación de la jornada escolar y los modelos curriculares para los diferentes pueblos indígenas. El Acuerdo 592 retoma la Reforma de Preescolar, PEP 2004, la Reforma de Secundaria, RES 2006, y el trabajo que se llevó a cabo en la RIEB 2009, así como los planes y programas de estudio del Plan 93. ¿Qué es lo que cambia desde el punto de vista del diseño curricular con el Acuerdo 592 con respecto a estas Reformas que siguen siendo relativamente recientes? Básicamente tres elementos: las metas educativas, las actividades que se realizan y los mecanismos para evaluar. Cuando hablamos de las metas educativas nos estamos refiriendo a que dentro del Acuerdo 592 encontramos tres tipos de metas: * Competencia: capacidad para responder a diferentes situaciones, implica un saber hacer (habilidades) con saber (conocimientos) así como la valoración de las consecuencias de ese hacer, ejemplo: Competencias para el aprendizaje permanente, o bien: Resuelve problemas de manera autónoma. *Estándares curriculares: que son los descriptores de logro y definen aquello que los alumnos demostrarán al concluir un período escolar, ejemplo: Muestra fluidez al leer en voz alta, es decir que describen los logros graduales que van obteniendo los estudiantes cuando desarrollan las competencias para la vida. *Aprendizajes esperados: son indicadores de logro que en términos de la temporalidad de los programas y definen lo que se espera que cada estudiante aprenda a hacer, ejemplo: Narra con fluidez leyendas conocidas. La definición de estas metas educativas tiene implicaciones en el proceso de planeación y de evaluación. En el primer caso, porque el trabajo áulico se deberá planear tomando como base los aprendizajes esperados, y en el segundo porque cuando se plantea el logro de metas graduales que emiten resultados parciales, los estándares, que se alcanzan cada tres años en el contexto de la consecución de las competencias para la vida en el largo plazo, se definen los referentes sobre los cuáles se deberá diseñar ENLACE como mecanismo de evaluación sistémico (de todo el sistema educativo). Es decir que no se evaluarán las competencias para la vida ni las disciplinares porque éstas son constructos que se logran cuando se han alcanzado los aprendizajes esperados y con ellos los estándares, de manera que la suma de los mismos la logra al finalizar la educación básica. De hecho, ni las competencias para la vida, ni las competencias disciplinares se definen de manera específica, sino que se incluyen describiendo cómo se logran. Por ejemplo en las competencias para el aprendizaje permanente se dice: Para su desarrollo se requiere: habilidad lectora, integrarse a la cultura escrita, comunicarse en más de una lengua, habilidades digitales y aprender a aprender. Esta descripción del proceso de aprendizaje se establece en cada una de las competencias para la vida. Tomando en cuenta entonces que las metas que se establecen en el plan y programa de estudios del Acuerdo 592 son: competencias (para la vida y disciplinares), estándares curriculares (para cada período de tres años) y aprendizajes esperados por bloque; debemos considerar asimismo los principios pedagógicos sobre los cuáles se deberán alcanzar, entre ellos centrarse en el aprendizaje y no en la enseñanza, planear lo que se aprenderá en situaciones interesantes a los estudiantes, trabajar en colaboración y buscar el desarrollo de competencias para la vida. Desde esta perspectiva, el trabajo docente deberá centrarse en el diseño, aplicación y construcción de procesos que garanticen el aprendizaje, que logren las metas, lo que implica por un lado el establecimiento de situaciones didácticas interesantes, pero por el otro la flexibilidad para satisfacer las necesidades de aprendizaje que vayan encontrando en sus estudiantes, lo que no implica un proceso rígido que se circunscribe a una sola corriente pedagógica, ya que existen metas claramente definidas que deberán ser alcanzadas. En este contexto se describen prácticas cotidianas que deberán darse como la lectura, el cálculo mental, la resolución de problemas de manera constante, la investigación y la participación activa de los estudiantes. Es decir que lo importante es garantizar el aprendizaje mediante los principios que han sido definidos por el propio Acuerdo 592. Otro aspecto importante que se modifica es la evaluación ya que se establece un enfoque formativo en la misma, cuya meta principal es la mejora continua, es decir que se evalúa para hacer un balance entre lo que se ha logrado y lo que falta por alcanzar con miras a mejorar, a superar los obstáculos que se presentan, partiendo de que "la evaluación es el proceso que permite obtener evidencias, elaborar juicios y brindar retroalimentación sobre los logros de aprendizaje de los alumnos a lo largo de su formación; por tanto, es parte constitutiva de la enseñanza y del aprendizaje" (Acuerdo 592, Evaluar para aprender, 24 pp.). Es decir que se sale del esquema de calificar, poner palomita o tache, para pasar a uno en lo que lo más importante es aprender, es lograr que el estudiante identifiqué los aciertos para repetirlos y los errores para evitarlos, evitando así la reproducción del error que se daba cuando el estudiante sacaba 6 o 7 y nunca identificaba en qué estaba mal y por lo tanto no lo corregía lo que implicaba que seguía haciendo lo mismo a lo largo de la vida, si no aprendía un concepto o lo aprendía mal, así lo seguiría haciendo de manera ciega. En este contexto, la evaluación se convierte en una oportunidad de aprendizaje, en el momento en que se hace un alto para identificar qué se está haciendo, cómo se está haciendo, qué tan bien se está haciendo y que sigue para alcanzar las metas propuestas. La idea entonces no es eliminar los exámenes, no es concentrarse sólo en proceso, porque el Acuerdo establece claramente que se seguirán haciendo evaluaciones diagnósticas, formativas y sumativas, sino más bien identificar qué sucede para modificar lo que no está bien mediante la retroalimentación que se dará al observar las evidencias de aprendizaje y las evidencias de producto que se obtienen como resultado del proceso de aprendizaje. Entendiendo por las primeras la información que emite el estudiante y por lo segundo la acción concreta que realiza en donde se identifica la evidencia de aprendizaje. Así el producto puede ser un ensayo sobre la Revolución, pero la evidencia de aprendizaje es el análisis que hace de sus causas, consecuencias e impactos en la actualidad. Para lograr recopilar dicha evidencia se utilizan herramientas, como lo son rúbricas, portafolios, listas de cotejo, diarios de campo, o bien los productos que realizan los estudiantes que después serán analizados. Si bien el Acuerdo 592 no es perfecto, ya que cuenta todavía con algunos aspectos que a mí en lo personal me hubiera gustado modificar, creo que es un avance que hay que recuperar y retomar en el trabajo áulico y cotidiano del docente, es un esfuerzo que articula varios esfuerzos previos, diversas corrientes, propuestas y autores, asunto que emerge de la propia diversidad nacional y de los conflictos de intereses que de ella emergen, pero eso es lo que somos como país, la educación no es más que un reflejo de lo que sucede en la sociedad que la promueve. Bibliografía: DOF, Acuerdo 592 por el que se establece la articulación de la educación básica, SEP, 19 Agosto del 2011, México, D. F.

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