LA POLÍTICA Y LA
ÉTICA DE LA REPRESENTACIÓN PEDAGÓGICA: HACIA UNA PEDAGOGÍA DE LA ESPERANZA
La representación política
tiene sus orígenes en el teatro de la mitología: donde se presentaban las leyes
diseñadas para un sistema democrático y libre basado en valores, heredados de
una mitología compartida. La cual busca
remodelar de forma coherente las leyes y
tener esperanza de conservar en la sociedad una relación razonable entre lo
real y lo ideal.
Se busca una política y una
ética que encajen con una pedagogía crítica de la actuación radical.
La representación y la
política se cruzan en el terreno de una ética basada en la praxis. Esta ética pone en práctica pedagogías que
resisten la opresión.: cimentadas en prácticas representativas que encarnan:
amor, esperanza y compasión.
Dando lugar a un cuerpo con
género en movimiento donde: se convierten en logros transgresores de género,
éxitos políticos que avanzan a través de significados residuales y tradiciones
normativas.
La imaginación sociológica
transita, con el investigador, realizando la representación como imitación, con
una puesta en escena “dramática” por medio de un modelo discursivo y
performativo del acto; donde la representación es vista como frontera o
construcción; cuya Visión es: La representación como encarnación de la lucha,
como ruptura y reconstrucción; cuya kinesis, es el acto sociopolítico con una
producción sensible y material; cuya erupción atraviesa los planos de
intersección de Identidad, Cultura, Comunidad y Política.
Lo anterior por conducto de
un modelo variante del teatro del oprimido, con pedagogías de la Disidencia
para el nuevo milenio: para crear una nueva forma de Democracia, más verdadera.
La ética de la
representación como centro se mueve en tres dimensiones:
1.
Las dificultades éticas
2.
Los modelos éticos tradicionales
3.
La ética indígena de la actuación (teatro
político)
Y encuentran a su vez 4 escollos o dilemas:
a)
“El robo del guardián”
b)
“El capricho del entusiasta”
c)
“El exhibicionismo del conservador”
d)
“El escaqueo del escéptico”
LOS MODELOS ÉTICOS
CONTINGENTES
El Feminismo y La Pedagogía
Crítica que operan del interior hacia el exterior del investigador, partiendo de sus experiencias
personales, con sistemas de significado
y verdad, en todos los contextos sociales por medio de relaciones sociales
provechosa y enfatizando el cuidado, el respeto y el amor.
Además promulgan una ética
que respete y proteja los derechos, intereses y sensibilidades de los sujetos
de investigación. Siendo adoptados por
las asociaciones profesionales de las Ciencias Sociales, que navegan hacia
modelos normativos universales y con
directivas éticas contingentes; Las cuales deben servir de guía al investigador
cuando enfrenta los dilemas o escollos antes mencionados.
Los protocolos de conducta
que gobiernan las relaciones con los otros y con el medio se basan en la Ética de la Pedagogía de la Esperanza; con
actos morales (confianza, honestidad y virtud), que redundan en beneficios para
los demás con una ética del cuidado y de la responsabilidad. Brindando cuidado,
confianza y reciprocidad.
PEDAGOGÍA DE LA ESPERANZA
Tiene una conciencia crítica
y un discernimiento moral que sirven de guía a las transformaciones sociales.
La ética de la
representación radical tiene su base en la política de la resistencia.
La actuación ideológica
avanza por medio de la “comprensión intercultural honesta”. Con energía, imaginación, coraje y
compromiso de los intelectuales para
lograr el diálogo entre el escenario y el público siendo completamente
transitivo; en un terreno compartido de experiencia emocional que: Despiertan
la conciencia crítica y la conciencia cultural.
La imaginación crítica es
radical, democrática, pedagógica e intervencionista: provoca conflicto,
curiosidad, criticismo y reflexión, por medio de una autoetnografía de la
actuación; Representa la teoría del Yo y del Ser; provocando que avancen las
causas de la liberación. Por medio de una política radical de la resistencia.
La autoetnografía de la actuación
como una concepción de la educación y de la democracia como pedagogías de
libertad, con ideología intervencionista, imaginación crítica y esperanzas en
el cambio
Con la necesidad ontológica
de Libertad y Esperanza: como una forma de pedagogía que se basa en prácticas
de actuaciones concretas, luchas e intervenciones con valores sagrados como
amor, cuidado, comunidad, confianza y bienestar. Con un deseo de soñar, de cambiar, de mejorar
la existencia humana; siendo ética, moral, pacifista y rechazando la violencia.
La esperanza como forma de
pedagogía se enfrenta al cinismo y lo cuestiona. Parte de la ira y llega al amor. Es una política progresista que “rechaza la
posmodernidad conservadora y neoliberal”, rechaza al terrorismo, rechaza la
afirmación de “la paz a cualquier precio”; por medio de la instrucción ayuda a
que las personas piensen de manera crítica, histórica y sociológica. A la vez expone las pedagogías de la
opresión; contribuye a una autoconciencia crítica que es reflexiva y da un conjunto
de prácticas pedagógicas que convierten la opresión en libertad: contribuyendo
así a los sueños utópicos de igualdad y
justicia racial.
PEDAGOGÍA DE LA ACTUACIÓN
CRÍTICA
Inicia con la teoría racial,
avanza hacia el criticismo cultural militante y utópico con una visión práctica
y performativa de la política y de los estudios culturales. Tratando de
encontrar un proyecto multisciplinario, que ayude a los profesionales de la
educación a formar una alianza
progresista; basada en la ética del respeto, rechazando el desprecio
tradicional de los intelectuales hacia el respeto, la humanidad, la
autodeterminación, la ciudadanía y los derechos humanos de los pueblos
indígenas.
TEORIA CRÍTICA DE LAS RAZAS
Es un proyecto que No da la
espalda al mundo contemporáneo, al tercer mundo, a los grupos marginales o
fronterizos: implica un utopismo militante, un marxismo provisional y unos
estudios culturales de este mundo. Asume
que el racismo y la supremacía blanca son la norma en la sociedad
estadounidense. Ofrece estrategias
prácticas para conseguir la transformación material y social.
Critica que se diga algo que
No esta puesto en práctica en la realidad.
PEDAGOGÍA DEMOCRÁTICA
RADICAL
La pedagogía democrática
radical exige: que los ciudadanos y ciudadanas se comprometan a arriesgarse; a
actuar en situaciones en las que el resultado pueda preverse. En ella no hay líderes y seguidores; sólo
copartícipes, personas que trabajan juntas para desarrollar nuevas líneas de
acción, historias y narraciones por medio de un esfuerzo colectivo.
Significa poner manos a la
obra, a la imaginación sociológica crítica, desde el punto de vista político y
ético; implicando a las pedagogías de la esperanza y la libertad con unas
prácticas que requieren de una ética de representación: situada dentro de un
momento histórico y pone en su atención en los manejos del poder y de la
ideología.
El texto revisado: La política y la
ética de la representación pedagógica: hacia una pedagogía de la esperanza, tiene la finalidad de concientizar
a los actores y al público presente en dichas
representaciones para que se observe con atención e interés la trama
propuesta y se critique la forma de hacer política, con discriminación y
desprovista de ética.
En el teatro, desde tiempos
anteriores se han realizado obras políticas que presentan problemas culturales,
raciales y de falta de ética por parte de
las autoridades. Esta manera de presentar las problemáticas fe la
adecuada para lograr que el público se involucrara y conociera a su vez lo que
ocurría a su alrededor. Anteponiendo a los antivalores los valores sociales de
respeto, igualdad, justicia y amor.
Dando un valor a la cultura
del oprimido se busca transformarla en la Pedagogía de la esperanza con bases
firmes de respeto, amor y honor hacia la comunidad y los grupos marginados.
Se presentan nuevas escalas
de representación, hacia los grupos vulnerables por medio de la crítica al
actuar contrario de los intelectuales que ven con desprecio a las minorías
raciales. Los valores conllevan toda una cultura de integración y justicia social.
Por medio de los educadores
y las educadoras, además de los profesores y las profesoras se busca enfatizar
y poner en práctica la pedagogía de la esperanza; centrada en individuos
capaces, éticos, con valores universales bien arraigados en ellos y que deseen
un cambio socio – cultural que beneficie a los marginados de la política
actual.
EN LA REALIDAD ACTUAL:
Se necesitan profesores con
justicia social y AMOR, que ayuden al avance de la pedagogía de la esperanza y
la democracia social: preparados ante las desigualdades sociales con virtudes y
valores que prevalezcan ante el infortunio que se vive día a día en el diario
acontecer.
La pedagogía de la esperanza
implica una ética política que este presente en cada momento para un actuar
coherente del profesional con el medio que le rodea. Al ser coherente en el actuar y pensar tendrá
inherente el amor y el respeto al prójimo, dando un cambio cada uno en su
actuar personal,; se dará como resultado un movimiento masivo de amor , de
resistencia y de justicia social, caminando hacia la equidad: con profesionales
preparados para sobrellevar y cambiar las circunstancias actuales.
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